Sobre Andalucía, España y el imperialismo.

El modo de imperialismo actual, inaugurado en el siglo XX tras la Segunda Guerra Mundial, se sostiene mediante disimuladas formas de neocolonialismo en el que las potencias chovinistas del primer mundo aprueban la independencia de las otras dos partes del planeta, tan sólo en un sentido formal. En la práctica están condicionadas por los monopolios occidentales con su gigante influencia política, militar, económica, etc.

De ahí su enorme interés en las "libertades políticas" y en "los derechos humanos" fuera de sus fronteras, no quieren que las organizaciones que ellos tutelan y financian para acaparar el poder político de otros países se vean restringidas por el estado al que pretenden subyugar.

En esta epoca, la soberanía nacional y los principios de la democracia del liberalismo clásico son un privilegio de las potencias chovinistas occidentales, sólo la quieren para sí pero no para el resto; por lo que esos fundamentos, que a algunos ultraizquierdistas les suena a reaccionario, son profundamente revolucionarios para las naciones sometidas y dependientes.

En el caso andaluz, nuestra nacionalidad carece de soberanía en dos sentidos: Directamente y por delegación. Andalucía es completamente dependiente del Reino de España, no tienen ninguna potestad sobre su economía ni sobre su destino político, y como consecuencia una grave dependencia ideológica y cultural. Sin embargo, ésta no sólo soporta esta dependencia sino la dependencia que tiene el estado español con la Unión europea, Reino Unido, la Otan y con los EEUU, dependencia gravísima que fue obra del "caudillo de españa" ese que la quería "libre".

Si ni Andalucía es soberana (ni siquiera formalmente, la autonomía es una descentralización administrativa, un satélite), ni siquiera el estado español tampoco es independiente ¿Cómo se puede querer algo a lo que ni siquiera se puede aspirar? ¿Se quiere la revolución absoluta cuando no se tiene ni siquiera la soberanía? La soberanía nacional y la democracia como forma de estado (no meramente formal condicionada por los poderes fácticos del franquismo) es el requisito indispensable para cualquier proyecto, el que sea.

Es por ello que la meta inmediata es la soberanía nacional y la democracia mediante un nuevo estado que la garantice. El socialismo sólo puede llevarlo a cabo un partido obrero que sea vanguardia de la nación, cosa que es muy difícil acometer en nuestras circunstancias pero en absoluto imposible, sin embargo es mucho más cercano y viable decantar la balanza de las actuales contradicciones de nuestro actual contexto andaluz histórico, como una nacionalidad con una fortísima doble identidad española y andaluza, hacia una ruptura democrática y un proceso constituyente para la consumación de una República federal democrática, como lo es actualmente Alemania o los EEUU (tan sólo como forma de estado) para lograr todos estos objetivos: La soberanía nacional de Andalucía como estado federado, el fin definitivo de los poderes fácticos del franquismo y, por supuesto, la independencia de España frente a la OTAN, UE, EEUU, RU, étc...

Sin soberanía nacional ni estatal, sin democracia libre de franquismo, no puede haber absolutamente nada. Cosa de los socialistas es marcarse metas mínimas realistas en función de su realidad concreta, sin descartar otras superiores si hay oportunidad. Si no se analiza así, entramos en los terrenos del anarquismo, el socialismo utópico y demás que poco o nada tienen que ver con el socialismo científico.

Si ni siquiera podemos articular el movimiento pertinente para materializar dicha República federal, olvídense de todo lo demás. Y no es en absoluto fácil lo que propongo, es tremendamente ambicioso...

Hasta Blas Infante, que no era marxista y era profundamente idealista, llegó a posiciones más materialistas que muchos ultraiquierdistas que se dicen marxistas, hace exactamente un siglo: "Sed el pueblo más eficiente de los Estados Unidos de España" - Manifiesto de la Nacionalidad.

Autor: Miguel de Tarso.