Sobre el intento de ilegalización de Izquierda Castellana

 

Siempre ha existido el tópico que el mes de agosto suele ser de paz y tranquilidad. Un mes en el que la principal preocupación de la población española es la de disfrutar de las vacaciones. Es un mes en el que muchas acciones y puestas a punto del plano político se posponen para el mes de setiembre. Sin embargo, el pasado día 5 se rompió esta tónica de una manera un tanto sorpresiva y a contrapié. Ese día, la Audiencia Nacional, a instancias del Ministerio del Interior, inició un procedimiento para la extinción de Izquierda Castellana (IzCa). La razón esgrimida por parte del Gobierno es que IzCa no se ha adaptado a la legislación vigente que entró en vigor en 2015 sobre el control de sus actividades financieras y económicas.

No deja de ser sorprendente que, habiendo salpicado a lo largo de estas últimas décadas multitud de acusaciones de financiación ilegal a los principales partidos políticos españoles, sea precisamente a esta organización -que para nada ha tenido problemas en este sentido- a la que se la intente ilegalizar por este tipo de asuntos. Todo ello nos hace pensar que la finalidad del gobierno del PSOE no es otra que pretender la ilegalización de una fuerza política que a todas luces se presenta molesta para el régimen, uno que la oligarquía remodeló para defender sus intereses a costa de los derechos de los pueblos trabajadores del Estado español en las postrimerías del franquismo, usando para ello una triquiñuela legal.

¿Por qué es molesta IzCa? Es más que evidente. Una organización que desenmascara el capitalismo, el neoliberalismo, las corruptelas y los abusos de las élites de poder, nunca puede ser bien vista por las mismas. Un partido que muestra las contradicciones del Régimen del 78 (o de la Reforma) y cómo su superación en servicio de los trabajadores y de las capas populares implica la forma de gobierno republicana, tampoco puede ser muy del agrado de la burguesía. Un partido que muestra cómo el nacionalismo de estado español se ha basado en la expropiación de la personalidad castellana tampoco puede ser ameno para la alianza interoligárquica que detenta el poder en este Estado, pues está atacando de frente a su concepción ideológica con la que se legitima ante el conjunto de la sociedad. Pero ante todo, una organización que apuesta por la creación de organismos de poder popular que hagan al pueblo protagonista de su propio destino es más que evidente que será visto como un enemigo mortal por parte de la gran burguesía, y que ésta no va a estar de brazos cruzados a verlas venir.

Esta es la principal razón, junta a las anteriores, por las que el gobierno del PSOE, representante “amable” y “progre” de esos sectores oligárquicos ha tomado la decisión que ha tomado. Decisión que en nuestra opinión es una advertencia al conjunto de las fuerzas de izquierda que defiendan la construcción de alternativas y de poder popular, algo que consideramos muy peligroso y un ataque a los principios democráticos más elementales.

Por todo ello, desde el Instituto de Estudios Marxistas Leninistas, desde Andalucía, nos solidarizamos con los camaradas de IzCa, que se sepa que desde nuestra nación andaluza hay una voz de amistad y de apoyo hacia sus mujeres y hombres, deseándoles que esta celada quede inoperante y baldía en el plazo más breve de tiempo. Dicen que la solidaridad es la ternura de los pueblos.

¡VIVA ANDALUCÍA LIBRE!